Lesión del Ligamento
Escafolunar
¿Qué es el ligamento escafolunar?
El ligamento escafolunar es una estructura clave que conecta el hueso escafoides y el hueso semilunar, dos de los pequeños huesos que conforman el carpo (muñeca). La articulación del carpo tiene más de 30 ligamentos que conectan los distintos huesos entre sí y también conectan estos huesos con el radio y el resto de la mano.
La estabilidad del carpo depende del buen funcionamiento de estos ligamentos y dentro de ellos, el ligamento escafolunar es uno de los más importantes por no decir el más importante de todos.
Y es que el ligamento escafolunar es esencial para mantener la estabilidad y el movimiento coordinado de la muñeca, permitiendo que los huesos del carpo trabajen juntos de manera eficiente durante actividades diarias como agarrar, girar o empujar objetos.
Cuando este ligamento se lesiona, puede producirse una separación entre el escafoides y el semilunar, generando inestabilidad escafolunar, dolor y, a largo plazo, desgaste articular.
El ligamento escafolunar tiene tres porciones una anterior o volar, una intermedia o membranosa y una posterior o dorsal (ver fotos). La porción más importante es la dorsal tanto desde el punto de vista de la resistencia como el punto de vista mecánico.
La rotura del ligamenteo escafolunar originará a la larga, una desestabilización muy importante de la muñeca qué degenera en artrosis de la misma.
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Las lesiones del ligamento escafolunar ocurren cuando esta estructura se estira o se rompe debido a traumatismos o movimientos repetitivos.
Las lesiones del ligamento escafolunar se clasifican en diferentes grados según su gravedad:
Lesión parcial: El ligamento está parcialmente desgarrado, pero los huesos permanecen alineados.
Lesión completa: El ligamento está completamente roto, lo que lleva a una separación significativa entre el escafoides y el semilunar (diastasis escafolunar).
Inestabilidad crónica: Ocurre cuando la lesión no se trata a tiempo, causando alteraciones funcionales y mecánicas en la muñeca.
Estas lesiones pueden clasificarse también en agudas o crónicas, dependiendo del tiempo transcurrido desde la lesión inicial.
¿Cómo se lesiona o rompe el ligamento escafolunar?
Normalmente, el ligamento escafolunar se lesiona por caídas sobre la palma de la mano con la muñeca en extensión y ligera desviación lateral.
Traumatismos directos: Las caídas sobre la mano extendida, como al intentar amortiguar una caída, son la causa más frecuente de estas lesiones. Esto genera una sobrecarga en la articulación de la muñeca que puede desgarrar el ligamento escafolunar.
Movimientos repetitivos: Actividades que implican un uso constante o excesivo de la muñeca, como ciertas prácticas deportivas (gimnasia, levantamiento de pesas, deportes de raqueta) o laborales (trabajos manuales intensivos), pueden causar microtraumatismos acumulativos en el ligamento.
Accidentes deportivos: Deportes de alto impacto o contacto, como el fútbol, baloncesto o motociclismo, aumentan el riesgo de lesiones agudas debido a impactos o caídas inesperadas.
Degeneración relacionada con la edad: En algunos casos, el desgaste progresivo del ligamento debido al envejecimiento puede hacerlo más susceptible a lesiones, incluso ante fuerzas menores.
Condiciones anatómicas predisponentes: Algunas personas tienen una predisposición anatómica, como ligamentos más laxos o alteraciones en los huesos del carpo, que incrementan el riesgo de sufrir inestabilidad escafolunar.
Foto 1: porción dorsal, intermedia y volar del ligamento
Foto 2: disección del carpo y descripción de sus partes
Síntomas de lesión del ligamento escafolunar
El síntoma principal de una lesión del ligamento escafolunar es dolor en el dorso de la muñeca con maniobras exploratorias específicas.
Al principio los síntomas son inespecíficos. Como hemos dicho, el principal síntoma de la lesión del ligamento escafolunar es el dolor al realizar determinados movimientos; sobre todo en el dorso de la muñeca y dolor en las maniobras que realizamos para su diagnóstico.
Es muy frecuente que, pasado un tiempo, el paciente acuda a consulta diciendo “Se me abre la muñeca desde una caída que tuve hace meses…”
Los pacientes con una lesión del ligamento escafolunar suelen experimentar los siguientes signos y síntomas:
Dolor en la parte dorsal de la muñeca: Especialmente al realizar movimientos de carga o extensión.
Inflamación o hinchazón: Puede presentarse en la zona afectada.
Sensación de inestabilidad: Algunos pacientes refieren que su muñeca “no se siente firme”.
Chasquidos o crujidos: Sensación o sonido de “click” en la muñeca durante ciertos movimientos.
Disminución de la fuerza: Dificultad para agarrar o sostener objetos.
Limitación del rango de movimiento: Movimientos como la flexión o extensión pueden estar restringidos.
En casos crónicos, los pacientes con una lesión del ligamenteo escafolunar también pueden desarrollar artrosis (SLAC wrist, por sus siglas en inglés: Scapholunate Advanced Collapse), que empeora los síntomas y limita más la funcionalidad.
¿Cómo se diagnostica las lesiones del ligamento escafolunar?
El diagnóstico precoz de las lesiones del ligamento escafolunar es crucial para evitar complicaciones. Los médicos suelen seguir los siguientes pasos:
1. Historia clínica y exploración física:
Evaluación del mecanismo de lesión (caída, movimientos repetitivos, etc.).
Pruebas específicas como el Test de Watson, que busca reproducir el dolor y la inestabilidad al mover el escafoides.
2. Estudios por imagen:
Radiografías: Pueden mostrar una diastasis escafolunar (>3 mm) o signos de artrosis en casos avanzados.
Resonancia magnética (RM): Permite evaluar tejidos blandos y determinar el estado del ligamento.
Artrografía o artro-RM: Técnicas avanzadas para detectar desgarros parciales.
Artroscopia de muñeca: Considerada el “gold standard” para confirmar el diagnóstico y evaluar la gravedad de la lesión.
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Opciones de tratamiento del ligamento escafolunar
El principal problema de las lesiones del escafolunar es que las solemos ver en fase tardía. Se ha recomendado realizar Rehabilitación propioceptiva de estas lesiones habiendo conseguido algunos autores buenos resultados.
Cuando una persona con una lesión del ligamento escafolunar viene después de varios meses de tratamiento y sin haber conseguido su curación optamos por la intervención quirúrgica.
En la Unidad de Cirugía de la Mano, hemos desarrollado una técnica de tratamiento artroscópico de la lesión del ligamento escafolunara que explicamos brevemente en el vídeo.
Después de más de 70 intervenciones de este tipo hemos conseguido unos resultados francamente buenos y superiores a las técnicas clásicas que nos obligaban a abrir la muñeca y reparar ligamento con un injerto o con otras técnicas descritas, diferentes a la desarrollada por nosotros.
Tratamiento conservador
Indicado en lesiones parciales o agudas sin desplazamiento significativo:
Inmovilización: Uso de una férula o yeso durante 6 semanas para permitir la cicatrización.
Fisioterapia: Ejercicios para recuperar fuerza, rango de movimiento y estabilidad.
Medicación: Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para aliviar el dolor y la inflamación.
Tratamiento quirúrgico
Indicado en lesiones completas, crónicas o casos que no responden al tratamiento conservador. Las opciones incluyen:
Reparación directa del ligamento: Sutura del ligamento roto en lesiones agudas.
Reconstrucción ligamentosa: Uso de injertos para sustituir el ligamento dañado.
Artrodesis parcial: Fusión de ciertos huesos del carpo para estabilizar la muñeca en casos avanzados.
Prótesis o artroplastia: En pacientes con artritis severa.
Recuperación tras la cirugía del ligamento escafolunar
La recuperación después de una intervención quirúrgica del escafolunar puede llevar varios meses y requiere un enfoque multidisciplinario. Las etapas habituales incluyen:
Inmovilización inicial:
Uso de un yeso o una férula durante las primeras 6-8 semanas tras la cirugía.
Rehabilitación:
Terapia física para mejorar el rango de movimiento, fuerza y coordinación.
Programas de ejercicios personalizados supervisados por un fisioterapeuta.
Retorno progresivo a las actividades:
Actividades diarias ligeras después de 3-4 meses.
Deportes o actividades de alta demanda después de 6-12 meses, dependiendo del progreso.
Posibles secuelas y complicaciones
Aunque muchas personas logran una recuperación funcional completa tras sufrir una lesión del ligamente escafolunar, algunas pueden experimentar secuelas o complicaciones a largo plazo, como:
Dolor crónico: En casos donde persiste la inestabilidad o el cartílago ya está dañado.
Pérdida de movilidad: Puede haber una limitación residual en el rango de movimiento.
Artrosis postraumática: Si la lesión no se trata adecuadamente o se diagnostica tardíamente.
Fallo del injerto o de la reparación: Requiriendo procedimientos adicionales.